La Lola Mora. Trabajadoras de las artes. Tucumán

La Lola Mora es un colectivo de trabajadoras de las artes de Tucumán. El mismo nació el día 7 de diciembre de 2018, en el contexto de la inauguración del 46° Salón Nacional de Artes Visuales del Museo Timoteo Navarro, a partir de una acción colectiva que señaló la escasa selección y nula premiación de obras realizadas por mujeres.

Desde esa fecha, las trabajadoras de las artes (de diferentes disciplinas artísticas) nos agrupamos en un colectivo para gestionar espacios políticos en nuestros ámbitos de intervención y problematizar las prácticas que promueven y efectivizan las desigualdades de género concebidas en el sistema patriarcal, heteronormado y hegemónico.

Además, nos proclamamos a favor de las luchas por los DDHH, adherimos a la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, y al movimiento por la separación de la iglesia del Estado.

Al respecto, abrimos un camino de debate y acuerdos en torno a ideas, términos, vocabulario referido a los nuevos contextos de sentido que se configuran en torno a las luchas feministas y disidencias.

Propiciamos espacios de encuentro donde pensarnos con otras, espacios en donde podemos discutir, aportar, escuchar y aprender de la grupalidad, situándonos como sujetas políticas, con herramientas y sinergia para generar la ruptura y caída del sistema patriarcal, heteronormativo y hegemónico, comenzando por nuestro contexto local.

Sobre la escena artística en nuestra provincia

Vivimos en Tucumán, provincia del Noroeste argentino, de tradición católica, conservadora, machista/patriarcal. Como mujeres, trabajadoras de las artes, feministas, nos reconocemos en un contexto totalmente adverso, en el que hay muchísimo que hacer.

Podemos mencionar casos puntuales que nos interpelan de cerca como artistas, como ciudadanas, como mujeres. En cuanto a situaciones específicas en relación con las artes: los cupos de premiación en concursos, la cantidad de artistas mujeres en los salones de arte, en festivales, en convocatorias. También, como mujeres, sujetas políticas, nos interpelan casos como el de “Lucía”, que tiene que ver con el lugar y la situación de vulnerabilidad de las mujeres en el marco de un Estado que decide sobre nuestros cuerpos sin respetar nuestros derechos. Que las trabajadoras de las artes podamos salir a luchar por estos motivos, es lo que nos convoca.

Hay un tema, a nivel de políticas culturales, muy flagrante: las decisiones políticas en la provincia no incluyen la perspectiva de género ni la voz de la lucha feminista en sus propuestas y agendas. Esta situación de desigualdad queda en evidencia con la disparidad de representación en espacios jerárquicos, salones y concursos, festivales, en el patrimonio, entre otras.

Como trabajadoras de las artes, luchamos y queremos igualdad en nuestros medios y reconocemos que no podemos hacer arte y evadir nuestro contexto. Sostenemos que por lo menos en la Argentina, y sobretodo en el noroeste de nuestro país, estamos en una situación muy complicada.

Somos trabajadoras de las artes del noroeste argentino. Nacimos, vivimos en un contexto con determinadas características muy diferentes a las que tienen otras compañeras artistas del mundo.

Al mismo tiempo, Tucumán tiene la universidad y espacios educativos y de gestión artística que lo convierten en un polo de formación en el Noroeste argentino. Hay una cantidad inmensa de producción y de artistas que tenemos en la provincia y esto a la vez contrasta con el rasgo conservador de gran parte de la población.

Sabemos que como colectivo de trabajadoras de una multiplicidad de disciplinas artísticas estamos haciendo un entramado que no tiene nada que ver con lo que aprendimos en nuestra formación. Lo que nos pasa desde que comenzamos a reunirmos es algo fuera de serie y repercute en nuestros modos de ver el mundo, nuestro rol como mujeres, como trabajadoras, como colegas, como estudiantes, como intelectuales.

El nombre

Con respecto al nombre del colectivo, la figura de la artista Lola Mora resonó repetidas veces en nuestras reuniones. Aludimos a ella por distintas razones en varias oportunidades. Por su lugar como la primera escultora mujer de la escena argentina; también porque, aunque nos la disputa Salta, es tucumana.

Es decir, eran momentos inaugurales de nuestro colectivo y estábamos reconociendo el lugar histórico de las mujeres en las artes y el nombre de Lola Mora resonaba. Ya sea porque pensábamos que se merecía ser denominación de un museo importante, también porque es una artista destacada, una referente del NOA, porque su figura nos interpela desde el lugar de mujer y artista. Fue en una reunión cuando surgió con fuerza la idea y, recorriendo anécdotas sobre la historia del arte tucumano, se propuso este nombre y desde ese día lo adoptamos.

La trama y la fuerza

Este suceso, este encuentro tremendo y único que significa haber conformado un colectivo de mujeres trabajadoras de las artes en Tucumán, nos mantiene en estado de efervescencia en tanto y en cuanto nos reúne en el hacer, como miembras de un todo: hacer, actuar, salir, intervenir. El delantal de la Lola Mora, nuestra primera producción política como colectivo, es un ejemplo de esto, fruto de este encuentro que nos convoca a salir a la calle y al mundo con nuestra manera de decir. Entonces, siempre artistas y trabajadoras de las artes , pero siempre también políticas, y sobre todo mujeres y sobre todo feministas.