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Ir al territorio desde casa reflexiones y acciones del equipo
Migraciones en tiempos de pandemia

desde hace varios años el equipo de migraciones hace trabajo territorial en un centro de salud comunitaria del bajo flores, uno de los barrios de la ciudad de buenos aires más afectados por el covid-19. acá nos cuentan como reorientaron su tarea en estas circunstancias.

Por Gabriel Torem y Joanna Sander

Equipo Migraciones

Sobre el trabajo del Equipo Migraciones

El Equipo Migraciones del Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria (CIDAC) ha desempeñado proyectos de investigación y extensión con población migrante residente en CABA desde el año 2010. Teniendo siempre en mente las problemáticas ligadas a la movilidad humana, a lo largo de estos años hemos intentado generar, tanto desde la academia como desde nuestra experiencia en el territorio (Garibaldi Rivoir y Gómez Caraballo, 2019:2), herramientas teóricas e intervencionistas que fueran útiles para potenciar la visibilización de la diversidad cultural y el acceso a derechos de la población migrante en situación de vulnerabilidad. Los Talleres de Literatura y Expresión que se desarrollaron durante los años 2018 y 2019 en el Centro de Salud y Acción Comunitaria Nº 19 (CeSAC - Bajo Flores) fueron parte de esas estrategias.

Estos talleres se dieron en el marco de un Espacio de Medicina Integrativa, un ámbito propiciado por las trabajadoras sociales del CeSAC, que a su vez incluye otros espacios como el de encuentro de mujeres, clases de yoga y ludoteca, los cuales tienen el fin de tratar a les pacientes de una forma más completa, trabajando cuerpo, mente y espíritu, concentrándose en los aspectos sanos del ser humano, más que en la patología. Además de fortalecer los vínculos con todos los equipos de Medicina Integrativa, nos hemos vinculado estrechamente con el cuerpo médico de Salud Mental. Llevados a cabo en el SUM1 del CeSAC, los Talleres de Literatura y Expresión funcionaron como un espacio semanal regular de encuentro orientado a construir intercambios y diálogos con la población migrante desde la propuesta de extensión universitaria, donde además de relatos de trayectorias migratorias, surgían también cuestiones vinculadas a la regularización migratoria o problemas habitacionales.

Si bien nuestros talleres en un principio tenían por objetivo recuperar las historias y trayectorias migratorias de las personas del Bajo Flores, el taller fue convirtiéndose en un espacio donde aparecieron relatos ficcionales. Con el paso del tiempo, observamos cómo la invención de las historias ayudaba a les asistentes a expresarse o “soltarse”, y de esta forma “desahogarse” de los problemas de la vida cotidiana en un barrio vulnerabilizado.

Destacamos que la realización de talleres siempre buscó a una perspectiva horizontal, orientada a construir un espacio de intercambio que respondiera a las demandas de las personas que allí concurrían, con actividades participativas que fomentaran la participación de les integrantes del equipo codo a codo con el resto de les asistentes. Con este lineamiento como base, se buscó dar voz a les asistentes e importancia a la organización de espacios que para elles resultaban importantes, como fueron la celebración de la Pachamama y la muestra de fin de año de lo realizado por todos los equipos de Medicina Integrativa.

Al entusiasmo transformador que siempre guió nuestro trabajo se contrapone la imposibilidad de la participación física, tanto por parte nuestra, como por parte de las personas con quienes interactuamos semanalmente.

Desafíos ante la pandemia

La pandemia puso en jaque al sistema de salud. En el caso puntual del CeSAC, este continúa abierto, pero su funcionamiento se modificó radicalmente. Los cuidados son extremos, no hay talleres abiertos a la comunidad, los turnos médicos para controles fueron suspendidos, sólo continúan los tratamientos crónicos, entrega de métodos anticonceptivos y la atención por guardia.

Por ello, este año no pudimos comenzar nuestros talleres y nos encontramos ante una difícil situación de incertidumbre que ha desestructurado todos los planes que teníamos para el año de trabajo en territorio.

Como todos los equipos del CIDAC, siempre consideramos la presencia física en los barrios, el trasladar nuestro cuerpo a los espacios donde transcurre la vida comunitaria, una razón de ser. La pandemia nos trajo una disyuntiva con la que intentamos lidiar semana a semana, combinando las reflexiones más formativo-académicas con discusiones de índole práctica. Al entusiasmo transformador que siempre guió nuestro trabajo se contrapone la imposibilidad de la participación física, tanto por parte nuestra, como por parte de las personas con quienes interactuamos semanalmente.

Actualmente, estamos enfocados en seguir fortaleciendo el trabajo en equipo entre les estudiantes y docentes: nos encontramos semanalmente de forma virtual a hacer análisis de la coyuntura, a leer y reflexionar compilaciones como Sopa de Wuhan y demás escritos enfocados en la reflexión sobre la pandemia y el futuro pospandemia. Asimismo, considerando que algunos de estos textos no acertaban a pensar “lo local en clave sudamericana”, donde las realidades son muy distintas a las europeas y norteamericanas, sumamos otras compilaciones como La Fiebre y Contagio social (Lazo Ediciones) y el boletín 42 de la agrupación Nuestra América. Luego de esta serie de reuniones introspectivas, continuaremos nuestros encuentros abriendo nuestro grupo a antiguos integrantes del equipo y a personal del CeSAC 19, para discutir cuestiones relacionadas con los cruces entre nuestras disciplinas y la salud comunitaria. A la vez, seguimos siendo un canal de acompañamiento para algunes de les asistentes a los Talleres de Literatura y Expresión, que solíamos coordinar en el CeSAC Nº 19.

“Nadie se salva solo”

Las reflexiones generadas a partir del intercambio con les estudiantes, las trabajadoras sociales del CeSAC, referentes barriales y asistentes a nuestros talleres nos dan la pauta que el funcionamiento de la vida cotidiana y la consigna “#quedateencasa” son muy distintas según las condiciones materiales y sociales de vida.

Los relatos de la pandemia, que no se le hubieran ocurrido ni al más creativo de les participantes de nuestros Talleres de Literatura y Expresión, no son ficciones, son realidades bien concretas y conocidas en los barrios populares. A las deficiencias estructurales históricas, se suma la falta de agua, la cual resulta clave para cumplir con las medidas de prevención e higiene. El miedo que envuelve a los barrios vulnerables, las repartijas de responsabilidades en cuanto al crecimiento vertiginoso de casos y la desidia con que se trataron los problemas existentes desde muchísimo antes de la llegada del CoViD-19 son también formas de exclusión. Como advirtió Pasquinelli “el virus no iguala, segrega, reproduce y profundiza la desigualdad estructural” (2020: 179).

Es así que buscamos transformar las reflexiones y profundizar los vínculos con los espacios y organizaciones con las que trabajamos en territorio sumando a algunas acciones colectivas. Por un lado, difundimos las campañas solidarias de donación de dinero y colectas de alimentos que llevaron adelante las propias organizaciones de migrantes. En un caso puntual, se sistematizaron más de 300 pedidos de bolsones de alimentos para una organización de migrantes y se organizó una base de datos para que ellos pudieran focalizarse en la logística de entregas. Por otro lado, realizamos una donación monetaria a la campaña solidaria del CIDAC. Si bien desde el Equipo Migraciones apostamos a terriorializar la universidad y llevar a cabo proyectos en construcción dialógica con la población migrante, no podemos obviar que frente a la emergencia de la coyuntura hubo que salir a acompañar con la asistencia: donando dinero y tiempo, supeditando así toda reflexión a la atención de urgencias, ya que “nadie se salva solo”.

Estamos convencidos de que, si en condiciones “normales” el trabajo extensionista tiene la responsabilidad de poner a la universidad en un contacto fructífero con la comunidad, en las condiciones actuales los equipos de extensión universitaria son quienes deben abrir el camino para que la universidad pueda aportar todo su potencial para construir una salida transformadora, que, por un lado, colabore con el esfuerzo tanto de organizaciones sociales como de espacios dedicados a la salud y educación, y por otro, se nutra del conocimiento de esa realidad para pensar y facilitar nuevos modos de organización social.

Bibliografía

Garibaldi Rivoir, C. & Gómez Caraballo, G. (2019). Experiencias de trabajo con población migrante en Montevideo. Estrategias de intervención desde la extensión universitaria. +E: Revista De Extensión Universitaria, 9 (11), 92-109.

Pasquinelli, L. (2020) Lo personal es político. La fiebre. 169-185.


1. Las siglas SUM significan salón de usos múltiples.

Para comunicarte con el equipo de Migraciones del CIDAC escribí a:

migracionescidac@gmail.com

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