Editorial

Por Ivanna Petz

Secretaria de extensión universitaria y bienestar estudiantil

Cuando empezamos a darle forma al sueño de construir el CIDAC en los inicios del 2008 en el barrio de Barracas, no nos imaginábamos los innumerables desafíos que nos iba a ir presentando el propio proceso práctico de construcción de lo que llamábamos en ese momento “la universidad en los barrios”, y que hoy, luego de transitar algunos años, preferimos denominar como una modalidad de territorialización universitaria.

En ese camino logramos escribir la idea, su base teórica. Buscamos antecedentes, tomamos definiciones políticas en torno al encuadramiento histórico de la experiencia vinculada al modelo de universidad que pretendemos; generamos muchos vínculos con otras universidades de la Argentina y Latinoamérica que iban transitando experiencias similares; nos posicionamos como un actor más en el entramado institucional local; generamos una diversidad importante de modos de relacionarnos con las organizaciones sociopolíticas e institucionales pero, mas allá de esa diversidad, se lo hizo desde el criterio innegociable de avanzar en una construcción colectiva. Lo generamos armando proyectos, participando en la construcción de la demanda social y apostando a ser parte de políticas públicas, en la mayoría de los casos, en años signados por importantes procesos de ampliación y consolidación de derechos. Es decir, en momentos donde la tarea de los/as universitarios/as y el sentido de la universidad se vieron fuertemente redefinidos al haber condiciones que permitieron pasar de la defensa de la universidad pública a garantizar el derecho individual y colectivo de acceder a la educación superior. Pero no podemos obviar que desde hace casi tres años dichas condiciones se modificaron, volvemos a luchar por la defensa de la educación pública y para que no nos cercenen las conquistas alcanzadas por lo que la tarea se ha redefinido en esta última etapa.

En todo este proceso, los desafíos fueron muchísimos. Sin embargo, siempre tuvimos la voluntad política de encararlos, muchas veces equivocándonos y otras no tanto. Fuimos y vinimos siguiendo la consigna de Simón Rodríguez: “O inventamos o erramos”.

En lo que respecta puntualmente a comunicar lo que hacemos, fuimos probando con diferentes formatos virtuales como el blog del CIDAC, que posteriormente se transformó en la página web del centro, así como con nuestro Facebook y los de diferentes equipos. También, en alguna oportunidad, hemos desarrollado un boletín mensual de difusión de las actividades del CIDAC que estaba más orientado al barrio, pero el desafío de llegar a un destinatario amplio e interpelar y convocar también a los/as estudiantes de Filo y de otras facultades seguía estando sin resolverse.

Con este formato de comunicación que estamos presentando, en colaboración con la materia Pasantía de Práctica Profesional en Instituciones Públicas u ONG de la carrera de Edición de Filo, y con la Subsecretaría de Publicaciones de la Facultad, buscamos precisamente generar otro espacio más para difundir lo que hacemos, para que las organizaciones también cuenten sobre el trabajo conjunto que se realiza, para que los/as estudiantes puedan expresar sus experiencias de participar tanto en el CIDAC como en aquellos espacios por donde va pasando su experiencia de territorialización.

Lo hacemos en un marco institucional donde hemos podido incorporar en las carreras que se dictan en la Facultad los seminarios de Prácticas Socieoeducativas Territorializadas. Entonces, contar con un formato que aloje también recorridos de prácticas formativas en territorio, registros en proceso, por fuera del canon elitista de la escritura académica, tiene el fundamental desafío de dar a conocer a un público amplio lo que hacemos, como enseñamos, como aprendemos, y en ese movimiento, como pensamos y repensamos junto con otros/as poseedores de diferentes puntos de vista desde los cuales se interroga a la realidad, significaciones, sentidos, memorias, problemas sobre los que nos propusimos intervenir conjuntamente. A cien años de la Reforma Universitaria aun sigue siendo una gran deuda pendiente avanzar en procesos de democratización del conocimiento. Las Prácticas Socieducativas Territorializadas se encuentran en dicho horizonte de sentido al igual que este instrumento de difusión.