Editorial

Por Juan Pablo Cervera Novo y Mirtha Lischetti

Coordinación del CIDAC-Barracas

Les que formamos parte de este colectivo de extensionistas, docentes, estudiantes, investigadores y graduades, que desde el 2008 consolidamos un Centro de Extensión en la Facultad de Filosofía y Letras en el Sur de la Ciudad de Buenos Aires y que desde hace dos años compartimos en las páginas de Filo al Sur experiencias, reflexiones y saberes, fuimos sorprendides al inicio del año lectivo por la pandemia de COVID 19, y las consecuentes medidas de cuidado como el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), como cada sector de cada sociedad a lo largo y a lo ancho del planeta.

Este acontecimiento multifacético generó un grado de involucramiento extremo de las poblaciones de la Tierra del cual nuestro quehacer no quedó exento.

Desde nuestros lugares institucionales y particulares, en tanto involucrades, intentamos dar cuenta de nuestro asombro, de nuestra reacción frente a lo inédito, de nuestras reflexiones y pasos acerca de cómo seguir nuestro trabajo extensionista, involucrades y comprometides con las poblaciones que sufren los históricos embates de la desigualdad social que hoy se profundizan y evidencian con el acoplamiento del nuevo embate pandémico. Retomando uno de los artículos, la posibilidad de sostener la consigna “‘quedate en casa’ es muy distinta según las condiciones materiales y sociales de vida”.

Por eso, en este número distintos equipos de trabajo del Centro tratan algunas de las variables más significativas del acontecimiento y los intentos de generar estrategias que permitan contener(se) y acompañar(se) junto a la comunidad universitaria, las familias, las organizaciones y las instituciones locales en los territorios frente a la emergencia.

En primer lugar, revisando y modificando (de manera obligada) nuestras prácticas y resignificando las formas de estar presentes en el territorio. Si anteriormente intentábamos concentrar nuestros esfuerzos en construir estrategias de fortalecimiento de la organización popular dejando de lado la asistencia (alimentaria y de otros tipos), hoy nos enfrentamos a momentos de soluciones de urgencia y emergencia social. Realizar colectas, organizar entrega de alimentos y elementos de higiene, sistematizar necesidades, escuchar y contestar, poner en funcionamiento las redes existentes o salir a tejer nuevas y necesarias, responden a las necesidades emergentes como comer, tener acceso al dinero, que ya no se puede conseguir a partir de trabajos informales, acceder a los elementos que permitan los necesarios cuidados para evitar los contagios.

Estas páginas de Filo al Sur están íntegramente dedicadas a expresar la situación a la que se ve sometido nuestro trabajo extensionista en el intento de reterritorializar la universidad en la presente realidad. Situación por la que va a ser recordado por la historia el año 2020, con el que concluimos la segunda década del siglo XXI.

Y, remedando a Eric Hobsbawm podemos decir que en el 2020 comienza, en verdad, el nuevo siglo1.